El Mundo 17/05/2001
El PP se opone a pagar indemnizaciones a los guerrilleros antifranquistas.
MADRID.- El Congreso aprobó ayer, por unanimidad, una moción presentada por IU que insta al Gobierno a rehabilitar a los guerrilleros antifranquistas, los maquis, y eliminar de los archivos su calificación de «bandoleros y malhechores».
La moción fue votada después de que IU aceptara la enmienda del PSOE y retirase su exigencia de reconocer
el carácter militar de los maquis para que tuvieran derecho a indemnizaciones y pensiones.
Asimismo, IU aceptó, a petición del Grupo Popular, retirar los puntos en los que solicitaba la agrupación de toda la documentación relativa a los maquis en el Archivo de la Guerra Civil de Salamanca y la creación de un grupo de trabajo que ayudase «a clarificar la situación de los combatientes guerrilleros españoles a todos los niveles».
Durante el debate, al que asistió un grupo de ex guerrilleros invitados por IU, el portavoz de la coalición, Felipe Alcaraz, apostó por «la rehabilitación moral, simbólica y política» de unas personas «que lucharon como pudieron para recuperar la libertad».
El diputado socialista Joaquín Leguina aseguró que la democracia española tiene «una deuda» con los guerrilleros antifranquistas, y añadió: «Si queremos tener un futuro en concordia debemos aclarar las posiciones sobre el pasado».
Según explicó en su intervención el portavoz del PP, Manuel Atencia, es posible respaldar la rehabilitación de estos maquis en términos políticos y adoptar las medidas necesarias para eliminar la calificación de bandoleros y malhechores con la que aún cuentan.
Atencia explicó que no es posible reconocer carácter militar a la lucha de estos guerrilleros antifranquistas, pero no existe ningún «problema legal» para aceptar su rehabilitación en términos políticos. «En este sentido, zanjamos esta asignatura que quedaba pendiente y votamos a favor de su rehabilitación total», agregó.
En efecto, el PP, que en febrero rechazó en la Comisión de Defensa una proposición similar presentada por el PSOE, y que pensaba votar ayer en contra de la de IU, acabó aceptando la rehabilitación de los maquis, pero suprimiendo los otros tres puntos de la propuesta relativos al «carácter militar» de estos guerrilleros, a la documentación existente en los archivos históricos y a la creación de un grupo de trabajo que estudiara el pago de indeminizaciones.
Dignidad
El diputado de CiU Josep López de Lerma aseguró que su grupo entiende «que la Transición no puede dejar a nadie atrás», y recordó ante el pleno del Congreso que «quienes tuvieron dignidad deben tener el reconocimiento de la Cámara».
Desde el Bloque Nacionalista Galego (BNG), el diputado Guillerme Vázquez señaló la necesidad de reconocer -«por la credibilidad de la democracia»- a unas personas que «lucharon y entregaron su vida por la libertad», y consideró que no hacerlo «sería excesivo, por no decir vergonzoso».
En esta línea se expresaron también la diputada del PNV Margarita Uría y el representante de la Chunta Aragonesista, José Antonio Labordeta, quien consideró que «es hora de hacer justicia» hacia los maquis, que, según dijo, «representaron el primer aire de lucha por la democracia que llegó a este país».
La moción de IU fue aprobada por 296 votos a favor, uno en contra y una abstención, en una votación que concluyó con un cerrado aplauso de los diputados a los maquis que asistieron a la sesión.
«No éramos bandoleros, sino gente que moría por sus ideales democráticos»
José L. Lobo
El Mundo 17/05/2001
«No éramos bandoleros ni malhechores, sino gente que moría por sus ideales democráticos»
MADRID.- «No éramos bandoleros ni malhechores, sino gente que moría por sus ideales democráticos», aseguraba ayer Francisco Martínez, Quico, radiante de felicidad después de que el Congreso aprobase la rehabilitación de la guerrilla antifranquista, en la que luchó durante cuatro años antes de huir a Francia.
«Se ha saldado una deuda histórica y se ha hecho justicia», afirmó Quico, miembro de la Asociación Archivo, Guerra y Exilio, impulsora, junto a IU, de la moción aprobada ayer.
Francisco Martínez perteneció al maquis «casi desde niño», cuando El Bierzo leonés, donde nació, «cayó en zona franquista» tras el levantamiento de las tropas nacionales comandadas por Francisco Franco. «Cuando estalló la Guerra Civil yo ayudaba a distribuir propaganda, a esconder a los guerrilleros perseguidos y a convencer a otros vecinos para que se unieran a la guerrilla», recuerda Quico.
En 1947, cuando contaba 20 años, se unió al maquis, y fue comisario político de la 2ª Agrupación del Ejército Guerrillero de León-Galicia, que contaba en sus filas con numerosos anarquistas, comunistas «y muchas mujeres».
«La Guardia Civil nos hostigaba continuamente y sufrimos muchas bajas, pero nosotros seguimos luchando porque queríamos movilizar al pueblo contra la dictadura y darle un carácter popular a la guerrilla; queríamos convertirnos en la levadura de la democracia, en espera de que llegara la condena internacional al régimen de Franco», explica el ex combatiente, que hoy tiene 75 años.
Pero esa condena no llegó, y el cansancio y la desmoralización cundió entre los maquis que sobrevivieron a la feroz represión franquista, que siempre los presentó como simples bandidos. Finalmente, Quico y unos pocos compañeros lograron huir a Francia en 1951. Algunos siguen viviendo allí; otros murieron en el exilio, y los menos, como Francisco Martínez, regresaron a España a finales de 1975, tras la muerte del dictador.
Ayer, Quico recibió en el Congreso, emocionado, la justa reparación a décadas de agravio y olvido. Y junto a él, un puñado de ex combatientes del maquis: José Murillo, comandante Ríos, de la Agrupación Guerrillera de Sierra Morena; José Moreno, de la Agrupación de Córdoba; Jesús de Cos y Felipe Matarranz, de la Agrupación Ceferino Machado de Cantabria...
«Ha sido fuerte, emotivo y un paso enorme para seguir luchando para que jurídicamente sea una realidad la rehabilitación de estos guerrilleros», dijo al término de la sesión parlamentaria Dolores Cabra, secretaria general de Asociación Archivo, Guerra y Exilio.
Aunque la moción aprobada ayer rechaza el reconocimiento del carácter militar de la guerrilla, impidiendo el cobro de pensiones e indemnizaciones a sus ex miembros, Cabra expresó su confianza en que su rehabilitación sea total en el futuro.
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