EL PAÍS 04/01/2009
Ahora que España vive inmersa en recuperar su memoria histórica me gustaría hacer un breve apunte sobre los maquis, un tema prohibido durante todo el franquismo y que todavía hoy despierta recelos.
Traté con los maquis entre 1945 y 1946 en calidad de cabo del Ejército destacado en Olot. Nuestra misión era buscarlos y darles caza en sus escondrijos por todos los Pirineos.
Muchos soldados no creíamos en esa lucha, y llegamos a entablar con ellos una relación de tolerancia. Algunos sabíamos dónde se escondían, pero nunca los capturamos. Su lucha era contra la Guardia Civil, no contra el Ejército. Había ocasiones en que incluso canjeábamos tabaco por papel y comentábamos la situación social del país.
En mi opinión, los maquis fueron unos patriotas, tan españoles como el resto. Tenían familia y se preocupaban por ella, y sufrieron la miseria de aquellos años como hicimos todos. Su gran desgracia fue creer en unos ideales opuestos al franquismo durante la época más represiva de la dictadura.
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