EL MUNDO 27/11/2001
El público aplaude en pie «La guerrilla de la memoria», la sorpresa del Festival de cine.
GIJON. La mayoría de los que estaban allí (incluido el realizador Javier Corcuera) no habían nacido cuando el Comandante Ríos y sus compañeros luchaban para conseguir un mundo mejor.Pero todos los que la noche del domingo abarrotaban el Teatro Jovellanos de Gijón aplaudieron en pie y soltaron más de una y dos lágrimas al ver sobre el escenario a los maquis, esos guerrilleros que el director Javier Corcuera, con Montxo Armendáriz y Puy Oria como productores, ha hecho rememorar con su película-documental La guerrilla de la memoria, que se ha presentado en el Festival de Cine de Gijón.
Esta película reconstruye esa época de lucha (del 39 a los años 60) por boca de los protagonistas reales de ese episodio de la Historia de España. Un acto, en opinión de esos maquis, muy necesario porque consideran que durante varios años (incluidos los de la Transición) estuvieron silenciados, aunque el último filme de Armendáriz, Silencio roto, les ha ayudado a que la opinión pública les conozca.
«La película rompe ese silencio que ha acompañado a nuestra epopeya», declara Quico, líder de los guerrilleros de la Federación de Guerrillas de Galicia y León.
El romanticismo de la epopeya de esos hombres y mujeres que se negaron a aceptar la derrota y su talante optimista, alegre, nada derrotista encandiló al público habitual del festival. La edad media de los asistentes a este certamen es de unos 30 años y, pese a no haber vivido los hechos que los maquis de la película de Corcuera narraron a lo largo de todo el día, les paraban por la calle o en los bares para mostrarles su apoyo.
Uno de los mejores momentos de la jornada (después, claro, del emotivo homenaje del Jovellanos) tuvo lugar en una de las fiestas nocturnas del festival. Los protagonistas de la película de Corcuera robaron su momento de gloria a estrellas como Tom Dicillo, que pululaba por el local. El público esperaba ansioso que, como se rumoreaba, algunos de estos antiguos guerrilleros subieran al escenario a cantar con el grupo que actuaba, Alcohol Jazz, que les dedicaron el recital. Al final no pudo ser.
El espectáculo no pudo completarse pero la presencia de estos héroes, flanqueados por Alvaro de Luna, Armendáriz, Corcuera y Puy Oria, será una de las imágenes más nítidas de la memoria del festival.
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