Irene Sainz. / El Mundo / 1 de mayo de 2008.
No es un libro definitivo, “porque la historia se hace de otras historias y siempre, por suerte, puede surgir un nuevo dato sobre el que investigar”. No obstante, el ensayo de Antonio Brevers Juanín y Bedoya. Los últimos guerrilleros, ha logrado recuperar testimonios de testigos directos, protagonistas de la historia que ahora han compartido su experiencia con libertad y documentos ocultos en manos privadas o institucionales, al fin desclasificados, que han servido para desvelar algunos misterios sobre la figura mítica de los maquis.
El ensayo surge de los ecos de aquellos relatos orales de los años cincuenta y sesenta del pasado siglo. Historias que se contaban en voz baja y que hablaban sobre esos “mitos vivientes”, que aparecían unas veces como “protectores de los humildes y perseguidos”, ingeniosos y burlones duendes del bosque”, según describe Manuel Gutierrez Aragón, quién colaboró con Antonio Brevers en la producción del documental La memoria recobrada.
La capacidad investigadora del autor y el impresionante trabajo de recopilación de documentación gráfica, unidos al atractivo y misterio inherentes a la figura de los guerrilleros, han logrado que el ensayo de Brevers, presentado de forma oficial en julio de 2007, haya vendido en menos de un año casi 10.000 ejemplares, 8.000 de ellos en Cantabria, “todo un éxito, teniendo en cuenta el tamaño de la región”.
Antiguos maquis, familiares, secuestrados por la guerrilla, policías y guardias civiles, han aportado su versión de los hechos para construir un relato donde las circunstancias que rodearon la muerte de Juanín y Bedoya, la supuesta traición del segundo y el papel que jugaron en aquel entonces los protagonistas de la historia, conforman el hilo conductor. El ensayo se presenta como un relato cronológico, donde a través de ambos personajes históricos se descubre “una ideología, un modo de vivir y a otros guerrilleros que fueron tan importantes como aquellos”.
El relato de Brevers permite apreciar que la figura del maquis va más allá de la idea del “refugiado bandolero y héroe maléfico. En realidad, eran personas muy comprometidas y con ideas muy claras”.
El autor presentó el ensayo en el círculo de Bellas Artes de Madrid el pasado lunes. Allí acudieron, entre otros, familiares de Quintiliano Guerrero, “El tuerto”. Brevers cuenta que una de sus sobrinas le comentó que aquella era la primera vez que alguien hablaba bien en público de su tío. Y eso es lo más importante para Antonio, aportar el lado humano de personas que “fueron maltratadas por la vida y por la historia”.
“Los maquis no eran simples bandoleros refugiados en el monte, eran gente comprometida con sus ideas”.
No es un libro definitivo, “porque la historia se hace de otras historias y siempre, por suerte, puede surgir un nuevo dato sobre el que investigar”. No obstante, el ensayo de Antonio Brevers Juanín y Bedoya. Los últimos guerrilleros, ha logrado recuperar testimonios de testigos directos, protagonistas de la historia que ahora han compartido su experiencia con libertad y documentos ocultos en manos privadas o institucionales, al fin desclasificados, que han servido para desvelar algunos misterios sobre la figura mítica de los maquis.
El ensayo surge de los ecos de aquellos relatos orales de los años cincuenta y sesenta del pasado siglo. Historias que se contaban en voz baja y que hablaban sobre esos “mitos vivientes”, que aparecían unas veces como “protectores de los humildes y perseguidos”, ingeniosos y burlones duendes del bosque”, según describe Manuel Gutierrez Aragón, quién colaboró con Antonio Brevers en la producción del documental La memoria recobrada.
La capacidad investigadora del autor y el impresionante trabajo de recopilación de documentación gráfica, unidos al atractivo y misterio inherentes a la figura de los guerrilleros, han logrado que el ensayo de Brevers, presentado de forma oficial en julio de 2007, haya vendido en menos de un año casi 10.000 ejemplares, 8.000 de ellos en Cantabria, “todo un éxito, teniendo en cuenta el tamaño de la región”.
Antiguos maquis, familiares, secuestrados por la guerrilla, policías y guardias civiles, han aportado su versión de los hechos para construir un relato donde las circunstancias que rodearon la muerte de Juanín y Bedoya, la supuesta traición del segundo y el papel que jugaron en aquel entonces los protagonistas de la historia, conforman el hilo conductor. El ensayo se presenta como un relato cronológico, donde a través de ambos personajes históricos se descubre “una ideología, un modo de vivir y a otros guerrilleros que fueron tan importantes como aquellos”.
El relato de Brevers permite apreciar que la figura del maquis va más allá de la idea del “refugiado bandolero y héroe maléfico. En realidad, eran personas muy comprometidas y con ideas muy claras”.
El autor presentó el ensayo en el círculo de Bellas Artes de Madrid el pasado lunes. Allí acudieron, entre otros, familiares de Quintiliano Guerrero, “El tuerto”. Brevers cuenta que una de sus sobrinas le comentó que aquella era la primera vez que alguien hablaba bien en público de su tío. Y eso es lo más importante para Antonio, aportar el lado humano de personas que “fueron maltratadas por la vida y por la historia”.
“Los maquis no eran simples bandoleros refugiados en el monte, eran gente comprometida con sus ideas”.