Así hablaban los guardias del arma que llevaba su compañero Nemesio Prados en Peña Sancho. Pero cuando Paco Bedoya la cogió del suelo junto al cuerpo tendido del guardia, no tuvo tiempo de pensar si se podría encasquillar o no, él sabía que mejoraba en mucho al fusil checoeslovaco que había dejado en la cueva y le sería muy útil en el combate que creía se iba a desarrollar con los guardias que cerraban el cerco por la zona de Casamaría, pero la suerte también cuenta en estos casos y ni llegó a disparar, ni a tirar la bomba de mano que supongo llevaba en la otra mano.
Hace algún tiempo estuve hablando con un viejo guardia civil que estuvo mucho tiempo destinado en el Valle de Aras, uno tiene sus obsesiones reconocidas y no tuve más remedio que preguntarle si anduvo algún tiempo detrás de los del monte, yo me refería a los de Matienzo, que habían operado por aquella zona, pero él me respondió "Si hombre, yo tuve que correr algo detrás de Juanín y Bedoya ..."
En los años cincuenta había estado destinado en la zona de Bielva. Estuvo varias veces en la casa de Puente El Arrudo, antes del asalto, acompañando a uno de sus mandos que paraba allí a charlar y tomar café siempre que pasaba por la carretera. El como no era dado a ninguna de las dos cosas prefería hacer largas marchas por la zona, pero sus compañeros paraban habitualmente en casa de la familia Teja.
Cuando el despliegue de Peña Sancho participó batiendo el monte de Bielva y a la caída de la tarde, desde el otro lado del valle, escuchó los tiros de Juanín. Durante la conversación que tuvimos me dijo algo que me llamó mucho la atención: "El arma que llevaba el compañero era una de esas que le habían quitado a los maquis que vinieron de Francia".
Ese dato se me quedó grabado, traté de confirmarlo, pero ¿dónde buscar?. En todos los sitios figura que Nemesio Prados llevaba su arma reglamentaria, pero ésta debía ser el clásico naranjero, no una metralleta incautada a la Brigada Pasionaria. Estas armas se las habían dado a los miembros de la Brigadilla ¿por qué la iba a tener Nemesio una? Y si era un naranjero defectuoso ¿por qué no lo había cambiado por otro aquel día que podía tocarle jugarse la vida?. ¿A quién podría importarle ahora que fuera un arma u otra? Solo a mí, claro.
A mí, porque, ese detalle sin importancia, tiene su propia historia, dentro de otra historia, si ese arma había sido incautada a algún miembro de la Brigada Pasionaria, supondría que podía haber disparado contra algún soldado alemán, pasado los Pirineos en el hombro de un guerrillero, viajado en una extraña expedición en camiones de pescado y disparado después en el Alto del Escudo, o en el puente de Castro, o arrebatado de las manos de un lebaniego en el nacimiento del Urdón ("hasta que salió el agua colorau ...").
De esa metralleta nunca más se volvió a saber, Bedoya no la llevaba cuando se acercó a pedir comida a Tollo. Es posible que aún esté guardada en algún escondite del Monte Corona o de Las Carrás, también puede ser que lleve cincuenta años guardada en algún desván de la zona de Serdio.
No sé que habrá sido de ella, pero puestos a imaginar ojalá que si alguien sabe de su paradero lea este mensaje y tenga a bien dejarla una tarde, entre día y noche, en la puerta de la Torre de Estrada.
Esa metralleta cada dos disparos, se jode ... (Parte II)
La hipótesis de que fuera un arma venida de Francia en vez de un naranjero solo la ha aportado mi informador, otros guardias consultados afirman que era un naranjero. Lo que está claro es que era una metralleta.
Para unos y para otro han pasado más de cincuenta años y es raro que puedan acordarse de este detalle, que para ellos. preocupados por un lado porque Juanín y Bedoya se les escaparan entre las manos y por otro por la suerte que habría sufrido su compañero, no tendría mayor importancia.
El detalle que me hace confiar más en sus palabras que en las de sus compañeros es que dentro del Cuartel su empleo fue siempre el de Armero. Si éste hombre no puede hablar de armas ...
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